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8 de septiembre 2014

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8 de septiembre 2014

Quito 36 años Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad

Hace 36 años, un día como hoy, el 8 de septiembre de 1978 el Comité Intergubernamental del Patrimonio Mundial, organismo perteneciente a la UNESCO, en su segunda sesión celebrada en Washington inscribió a la ciudad de Quito como Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad junto con Cracovia.

Esta distinción por parte de la UNESCO se plasma en el emblema del Patrimonio Mundial, que simboliza la interdependencia de los bienes culturales y naturales: el cuadrado central es una forma creada por el hombre y el círculo representa la naturaleza; ambos están estrechamente vinculados. El emblema es redondo como el mundo, y al mismo tiempo es un símbolo de protección.

Esta distinción hecha a la Ciudad de San Francisco de Quito, por sus valores culturales, artísticos, arquitectónicos y paisajísticos propios de la ciudad capital, le consagró ante el mundo entero como uno de los sitios construidos por el hombre que lo ha forjado como un sitio privilegiado en el que se interacciona lo cultural y lo natural representado en el mencionado símbolo.Este día la ciudad amaneció colorida, alegre y festiva, los vecinos y turistas admiraron con grata sorpresa el engalanamiento de la ciudad, Quito se vistió de Patrimonio.

Los globos, logos y listones diseñados con los diversos colores de Quito y colocados en diferentes sitios patrimoniales del Centro Histórico y los barrios del CH para recordar y celebrar los 36 años de la Declaratoria como Primer Patrimonio Cultural de la Humanidad, fueron el punto de la atención ciudadana.

En el Panecillo la alcaldesa encargada Daniela Chacón develó un festón que valora la Declaratoria de la ciudad como Patrimonio Cultural de la Humanidad y ratifica el compromiso de redoblar esfuerzos para preservar el patrimonio cultural de la ciudad, único en el mundo.

Vale recordar que en el año 1978, de las veinte y siete solicitudes de diferentes países del mundo para incluirse en la Lista de Patrimonio Mundial, solamente doce fueron aceptadas, entre ellas estuvieron las propuestas ecuatorianas: la ciudad de Quito como patrimonio cultural y las Islas Galápagos como patrimonio natural y que por sus dones como aporte a la historia y a la ciencia del mundo, merecieron la estimación del Comité Intergubernamental de la UNESCO para declararlas como Patrimonio Mundial.

Entre las razones que la hicieron merecedora a Quito como patrimonio mundial, esta la monumentalidad de sus edificios religiosos, la riquezas de sus retablos barrocos, la policromía de sus imágenes, el valor técnico de sus pinturas, las esculturas y artesanías de nuestros mejores artistas provenientes de la famosa «Escuela Quiteña», la misma que tuvo decidida influencia en el desarrollo de las artes plásticas en la época de la colonia en Sudamérica, y que hasta la actualidad nos siguen mostrando las diversas épocas históricas ecuatorianas que recogen pasajes trascendentales de la vida de esta ciudad en sus diversas fases.

Quitofue considerada como uno de los testimonios del arte hispano en América, que había mantenido con mayor fidelidad sus características, expresadas en la mágica fusión entre el talento indígena y el arte criollo, ambos debidamente conservados, que la hacen una manifestación enriquecida por su historia, que debe ser conservada y valorada por sus futuras generaciones.

La privilegiada ubicación geográfica incidió también en este reconocimiento, construida en las faldas del Pichincha, y rodeada de un circuito de bellas montañas: el antiguo Hanacauri, el Ithicmbía-, el Yavirac o Panecillo, desde donde se puede contemplar la salida y la puesta del sol que la acaricia con sus rayos verticales. Su altura a 2.800 metros sobre el nivel del mar determina la bondad del clima, que a decir del sabio Francisco José de Caldas, es el resultado del grado de calor y frío, de la presión atmosférica, de la cantidad de oxígeno, de los vientos y las lluvias, de las nieblas y humedad.

Mantener esta designación nos exige a los quiteños y a los ecuatorianos a conservar y enriquecer el legado cultural que hemos recibido de nuestros antepasados, su permanencia, su memoria, su apropiación, su conocimiento nos permitirá tener rostro y voz propia para dialogar con el mundo.

La municipalidad de Quito, se enorgullece por esta distinción, saluda a la ciudad en este trigésimo sexto aniversario de su reconocimiento como patrimonio mundial y se compromete a que la construcción del Quito de hoy, no olvide su pasado, ni su herencia, esta municipalidad ha asumido con responsabilidad su accionar y compromiso con la conservación de nuestro patrimonio cultural y natural, pues estamos convencidos que para poder vivir mejor tenemos que trabajar con nuestro pasado y proyectarlo al futuro.