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Quito: Patrimonio Vivo y Cambiante.

A 2.800 metros sobre el nivel del mar, está Quito, capital de Ecuador, ciudad entre quebradas y montañas, cuna de leyendas, testigo de importantes hechos históricos y junto con Cracovia, una de las primeras ciudades Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Gracias a su valor universal excepcional y sus atributos de autenticidad e integridad el Comité de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), durante la Convención para la Protección del Patrimonio Cultural y Natural del Mundo, llevada a cabo el 8 de septiembre de 1978, incluyó al Centro Histórico de Quito en la Lista de Patrimonio Mundial, como una decisión asociada a sus valores universales excepcionales manifiestos en dos criterios puntuales: (ii) Presentar un importante intercambio de valores humanos sobre hechos en arquitectura, artes monumentales, urbanismo o diseño de paisaje; y (iv) ser un ejemplo excepcional de un conjunto arquitectónico o de paisaje que expone una fase significativa en la historia humana.

Además, la inscripción en la lista se sustenta en los atributos de autenticidad e integridad caracterizados por expresiones materiales e inmateriales únicas, resultantes de un proceso cultural, económico, político y religioso que abarca varios periodos significativos de la historia de la humanidad.

En ese sentido, el Centro Histórico de Quito conserva la traza urbana original, adaptada a su particular topografía, y refleja una presencia multiétnica portadora de realidades sociales y culturales que interactúan permanentemente en la construcción urbana y social, con grandes influencias en cuanto a las creencias, costumbres, tradiciones y ritualidades.

El Municipio de Quito, a través del Instituto Metropolitano de Patrimonio, de forma coordinada con el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural y las instancias locales y nacionales competentes, ha realizado importantes esfuerzos durante más de 30 años por preservar nuestro “Patrimonio Vivo” mediante el registro, protección, difusión, recuperación, conservación y salvaguarda del patrimonio cultural (material e inmaterial) del Centro Histórico y los sitios patrimoniales del Distrito, articulando también acciones con la ciudadanía y con los poseedores y custodios de bienes patrimoniales para apuntar a la recuperación del espacio para uso de la comunidad.

El Centro Histórico de Quito es un conjunto urbano-arquitectónico y cultural “vivo, singular y original” en el cual se desarrolla una cotidianidad auténtica y dinámica. Allí, la dinámica contemporánea otorga mayor sentido al conjunto histórico, dotándolo de mayor significado y valor. En vista de ello, y sin deslindarse de su herencia, sino precisamente reconociéndola, Quito se adapta y evoluciona constantemente a la contemporaneidad.

En seguimiento a los compromisos adquiridos en 2016, como sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Humano Sustentable – Hábitat III, el trabajo de preservación del Patrimonio Cultural en Quito ha procurado acciones como la actualización del Plan del Centro Histórico como un plan de preservación y desarrollo, en el cual se plantean indicadores de calidad de vida que se atan  a la conservación de los valores universales excepcionales y a la consecución del objetivo de desarrollo número 11, meta 4: “redoblar los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo”.

A pesar de las dinámicas contemporáneas respecto del uso social del patrimonio, el Centro Histórico de Quito aún cuenta con varios espacios que conservan su función original y con múltiples testimo­nios de las diversas memorias que han pasado por este territorio desde épocas ancestrales hasta el día de hoy.

Este carácter dinámico del Centro Histórico, sin duda positivo, supone también una serie de retos para una ciudad contemporánea, entre ellos la movilidad. La creación de un sistema de transporte de alta capacidad y eficiencia, como el Metro  de Quito, sin duda coadyuvará a que el centro de Quito sea un espacio interconectado y accesible, seguro, con mayores oportunidades, incluyente y diverso.

Para asegurar las condiciones de preservación del Patrimonio Cultural de Quito, el Municipio, como Gestor del Sitio, ha seguido todos los procedimientos oficiales y ha implementado el monitoreo y control en las obras civiles ejecutadas durante todo el proceso, reportando de manera permanente al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural y cotejando información con las instancias internacionales a cargo, lo cual evidencia la oportuna gestión del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito no solo al atender las recomendaciones de UNESCO, sino al generar alternativas y estudios técnicos adicionales que han permitido una acertada toma de decisiones.

Los procesos de análisis y valoración, la producción de informes, los trabajos de diagnóstico, prospección y rescate arqueológico; las invitaciones y acompañamientos técnicos realizados en cada una de las misiones del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), que han visitado Quito,  entre otras; han permitido solventar cada una de las inquietudes que se han generado dentro de este amplio proceso que ha sido la construcción del Metro en la ciudad; el cual se ha centrado en la protección de los Valores Universales Excepcionales y Atributos  por los que Quito fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad. Una de estas inquietudes, por ejemplo, giró alrededor de la construcción de la parada del Metro en la Plaza de San Francisco.

Al respecto, y luego de seguir los debidos procesos anteriormente señalados, se determinó que luego de la construcción de la parada, la Plaza de San Francisco, mantendrá su valor patrimonial, así como su integridad y autenticidad, ya que mantendrá las características físicas, morfológicas y de significación que actualmente posee; y será parte fundamental en la solución integral a los problemas de tránsito, transporte y movilidad que aquejan a los ciudadanos, mediante el ahorro de tiempo en los desplazamientos, reduciendo la contaminación, incrementando el empleo y la productividad, entre otros beneficios  que contribuirán a mejorar la calidad de vida de los quiteños.

Hoy, Quito es ejemplo de diálogo y participación en el cuidado de su patrimonio cultural, lo cual ha permitido arraigar el sentido de pertenencia a lo local, a lo rural, y hasta a lo nacional e internacional, gracias lo cual se ha convertido en un referente de Gestión del Patrimonio y oferente en materia de intercambio de experiencias a nivel nacional e internacional.