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La investigación histórica como aporte a la revitalización del patrimonio cultural: el caso de Guápulo.

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La investigación histórica como aporte a la revitalización del patrimonio cultural: el caso de Guápulo. [1]

Lucia Moscoso Cordero Historiadora
La gestión del patrimonio ha estado generalmente separada de las demandas sociales y culturales, prueba de ello es el divorcio entre los dos ámbitos del patrimonio: el material y el inmaterial, esto ha impedido comprender al patrimonio cultural urbano como una construcción social que está atravesada por relaciones de poder, disputas por el territorio y por los espacios públicos, de ahí que la gestión del patrimonio se complejice. El barrio de Guápulo está ubicado en la zona centro-norte de la ciudad de Quito, actualmente pertenece a la parroquia urbana Itchimbía y a la administración zonal Manuela Sáenz del Municipio de la ciudad.  Es un antiguo asentamiento indígena que atraviesa por varios procesos que incidieron en una reconfiguración de su territorio, pasó de ser un pueblo de los márgenes de la ciudad, a convertirse en barrio urbano y donde hoy existe una población heterogenia. En 1861 fue parroquia rural y a partir de 1971 parroquia urbana. Guápulo constituyó un espacio estratégico y significativo por ser una de las entradas a la ciudad, especialmente de grupos que llegaban de la Amazonía o del Valle de Tumbaco con productos para comerciar, famoso por su Santuario que le otorgó al sector importancia devocional. Consideramos que la investigación histórica nos permite entender las tenciones por las que atraviesa Guápulo en el marco de la planificación urbana que incluye a esta zona como parte del patrimonio de la ciudad; también facilita la comprensión de la importancia que tiene para la comunidad el activar su patrimonio cultural, especialmente en torno a una fiesta religiosa que se viene celebrando desde hace cuatro siglos. También es fundamental como aporte en los procesos de valoración y selección del patrimonio cultural, porque facilita el análisis de las dimensiones cultural, social y política en estos espacios que se incorporaron a la ciudad en calidad de barrios urbanos, a lo largo del siglo XX. De otra parte, facilita el análisis sobre los actores sociales o políticos, cómo se establece el diálogo entre los sectores populares y el poder local municipal –como ordenador del territorio- y cómo la presión sobre el suelo urbano incide en la invisibilización y exclusión de sus prácticas culturales, memorias y representaciones. La historia de Guápulo está marcada por la tensión por las tierras de comunidad. Como en otros territorios de la Real Audiencia de Quito, la usurpación y compra ventas de tierras a indígenas, se produjo con intensidad durante la etapa colonial avanzando los litigios hasta la república temprana.
Mapa Iconográfico del Pueblo de Guápulo Procedencia: ANH.SG.IND. Año: 1792. Litigio por despojo de tierras a los indígenas de Guápulo.
Desde el siglo 17 se producen reclamos por la usurpación de las tierras de comunidad llamadas Gualguintagua. Cochabatán y el Batán, por parte de los caciques y cacicas de Guápulo: Diego Chuquicondor, Juan Quinsuasamín, Manuel Velásquez, Francisco Guadalupe y Marcos Guallichicomín. Josefa Velázquez y Bastidas, entre otros. (La pesquisa documental referente a litigios, concluye en el año 1855).  Antes de 1900 esta zona con características rurales, estaba compuesta por la iglesia, algunas viviendas a lo largo de las vías, también villas y quintas. A mediados del siglo XX aumentaron las pequeñas construcciones ubicadas a lo largo del Camino de Orellana, de la calle Leónidas Plaza Lasso, Germánico Salgado y Avenida de Los Conquistadores. En los años setenta se aceleró el parcelamiento de tierras, la población se asentó en las laderas y en función de las vías. La llamada Pata de Guápulo se fue poblando y en la parte baja, en especial en el sector de la Tolita, también se implantaron fábricas y quintas en medio de grandes áreas de terreno.[2] El trazado urbano es el resultado de la topografía de la ladera y desde 1980 se construyeron conjuntos habitacionales cercanos a la avenida González Suárez. La población de Guàpulo está conformada por familias en su mayoría mestizas y alguna presencia indígena; algunos pobladores aún tienen sembríos y crianza de animales. En su vida cotidiana las prácticas de solidaridad y organización barrial son importantes, aunque en ese pequeño territorio convivan también con estratos de clase alta, media e incluso se ubiquen algunas embajadas. La práctica de las mingas cumple un papel importante para beneficio colectivo y fortalece el tejido social. La inclusión de Guápulo como patrimonio de la ciudad, obedece a la extensión de la declaratoria de Quito, Patrimonio Cultural de la Humanidad de 1978. El proceso de patrimonialización estimuló el interés de las inmobiliarias y un proceso de modernización que rompe con la concepción histórica de ese espacio, provocando alteraciones en el tejido social y la revalorización del suelo, que influye en el riesgo de gentrificación o elitización residencial compuesta por una nueva generación que se instala a partir de las dos últimas décadas. Los sectores populares del barrio de Guápulo, enfrentan la eclosión del proceso de urbanización que implica la llegada de nuevos moradores quienes tienen otras formas de apropiación de los recursos locales y del patrimonio cultural. El Santuario de la Virgen de Guápulo: intermediaria y pacificadora. – La comunidad de indígenas de Guápulo acogió a una ermita construida en honor de la Virgen de Guadalupe. El santuario está compuesto de iglesia, convento y plaza. Según el sacerdote dominico José María Vargas, la Iglesia de Guápulo se concluye entre 1693, fue diseñada por arquitecto franciscano Antonio Rodríguez, su decoración interior termina en 1716 y constituye uno de los principales templos erigidos durante la colonia en esta ciudad. El templo y su imagen han sufrido las consecuencias de incendios y terremotos hacia 1837 y otro en 1929. Actualmente el santuario y su museo contienen una importante cantidad de bienes artísticos escultóricos y pictóricos.
Santuario y convento de Guápulo Colección: Alphons Stübel.1874 Fondo: Archivo Leibniz-Institut für Länderkunde. Leipzig, Alemania Instituto Metropolitano de Patrimonio / Código: 5515
Santuario y plaza de Guápulo Colección Alphons Stübel. ca. 1863 – 1873 Fondo: Archivo Leibniz-Institut für Länderkunde. Leipzig, Alemania Instituto Metropolitano de Patrimonio / Código 5514
Las referencias históricas indican que el Cabildo de Quito, en 1787, pidió a la Real Audiencia, se instituya una fiesta perpetua en honor de la Virgen de Guápulo.[3] Durante la colonia Nuestra Señora de Guadalupe de Guápulo, a veces sola y otras acompañada de la Virgen del Quinche, se movilizaban al centro del poder político y religioso de la Real Audiencia, donde se ubica la Catedral de Quito, a fin de hacerle rogativas por sucesos relacionados a la naturaleza, terremotos, sequias, inundaciones e inclusive eventos políticos. Actualmente observamos que el Cabildo de Guápulo y sus habitantes, activan sus manifestaciones culturales, especialmente las ligadas a la fiesta en torno a la Virgen de Guadalupe, que incluye tomarse el espacio público, como espacio de historia, de identificación con el pasado, de expresión e integración cultural, representando la idea de lo colectivo y de la comunidad en el contexto del territorio de la ciudad. De esta manera le otorgan sentido, cualificándolo como espacio de encuentro social, cultural, político y de intercambio económico.
[1] Esta breve síntesis es parte de un estudio realizado con auspicio de Colegio de América, Sede Latinoamericana y la Universidad Andina Simón Bolívar (sede Ecuador) en el año 2019. [2] Planes parciales de Áreas Históricas, Municipio de Quito, Dirección de Planificación, 1992, p. 66 [3] ANE, Serie Gobierno, Caja 53, Expediente 1. Folios: 8. Quito 28 de noviembre de 1787.