Seis retablos de la Iglesia de San Francisco están en proceso de conservación
La Alcaldía de Quito en el marco del Plan de Gestión Integral del Conjunto Conventual San Francisco, promovido por el Gobierno de Italia, la UNESCO, la orden franciscana, la academia, y entidades del gobierno nacional y local, realiza desde hace 45 días la conservación de los retablos y pintura mural del lado norte de la iglesia y el saneamiento de humedades del lado sur del templo.
La conservación de los retablos es una labor minuciosa en la que participa un equipo de aproximadamente 15 restauradores quienes realizan un riguroso proceso de intervención para recuperar en el plazo aproximado de 10 meses los retablos del Señor de la Bofetada, el Señor de la Justicia, Santa Clara de Asís, Santa Rosa de Viterbo, San Antonio y el Señor de los Azotes.
Con la restauración de los retablos de la nave norte de la iglesia, el Instituto Metropolitano de Patrimonio está recuperando la memoria histórica, la belleza y la esencia de Quito.
Todas las imágenes de los retablos de la Iglesia de San Francisco tienen sus devotos y feligreses, quienes en forma permanente acuden al templo a orar y pedir favores o para agradecer la consecución de los mismos.
En el convento de San Francisco existen 2 advocaciones a San Antonio, la primera se encuentra en la Capilla de Cantuña, y la segunda en la nave norte de la iglesia dedicada a San Antonio de Padua que forma parte de uno de los retablos más hermosos de la iglesia, esta imagen esta atribuida a Caspicara, se estima que fue elaborado entre los años 1770 y 1780, en la época del apogeo del gran Maestro de la Escuela Quiteña. Este santo tiene muchos devotos, en especial entre los jóvenes debido a la tradición para encontrar novios y novias, cuando los chicos se encuentran van a la iglesia y delante del santo hacen una promesa de que siempre se van a querer y que el día del matrimonio se casarán al lado de su altar o en su altar. La Fiesta de San Antonio se celebra el 13 de junio de cada año.
Otro retablo en proceso de recuperación es el de Santa Clara de Asís, a quien sus devotos la festejan el 11 de agosto de cada año. Es tradición que cuando va a haber un matrimonio o un acontecimiento especial, los devotos regalan una canasta de 40 huevos a las monjas clarisas para que rueguen a la santa con el fin de que cesen las lluvias y pueda llegar a feliz término el acontecimiento.
Otro retablo que se encuentra en intervención es el dedicado a Santa Rosa de Viterbo, una santa seglar, que formó parte de la Tercera Orden Franciscana. En este retablo se encuentran pinturas que cuentan la vida de la Santa.
La intervención en los retablos, pintura mural y saneamiento de humedades la ejecuta el Instituto Metropolitano de Patrimonio con una inversión de USD $ 600.007,20 dólares. En los próximos días se suscribirá el contrato para la restauración de la pintura de caballete por el valor de USD $ 233.878,30.