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Desde hace 40 años, la comuna de Lumbisí preserva una manifestación cultural de gran valor patrimonial, que ha acompañado con sus melodías celebraciones litúrgicas, eventos artísticos y despedidas. Se trata de la Banda 24 de Agosto, fundada en 1984 por 20 entusiastas músicos, quienes eligieron su nombre en honor a San Bartolomé, patrón de la parroquia, cuyas festividades se realizan en esa fecha.

Actualmente, solo quedan dos integrantes de los iniciadores: Alfonso Ushiña y William Quishpe, quienes -con esfuerzo y dedicación- continúan trabajando para superar el desafío de preservar su legado musical. Dado que faltan interesados en unirse a la orquesta, recurren a músicos de otros conjuntos, con quienes logran unificar los ritmos y cumplir con sus compromisos.

Don Alfonso, un septuagenario lumbiseño, recuerda con nostalgia a su padre, quien le inculcó el amor por la música, cuando a sus primeros años le dio su primer instrumento. Ahora anhela que uno de sus hijos continúe con esta tradición, algo que aún no se ha concretado, por lo que muchos de los instrumentos que adquirió o recibió durante su trayectoria artística, cayeron en desuso.

Mientras, William Quishpe lleva las notas musicales en la sangre, ya que su padre también fue músico. En su infancia tocaba el güiro y actualmente es saxofonista. Para él, la banda tiene un rol relevante en la comunidad, ya que es infaltable en festividades religiosas y también sociales como matrimonios, bautizos, cumpleaños e incluso marchas fúnebres. Destaca que la 24 de Agosto es la pionera de la comuna, ofrece un repertorio variado que incluye sanjuanitos, pasacalles, cumbias y otros géneros, según lo solicitado por sus clientes; y que, a lo largo de los años, han participado en numerosas actividades culturales y concursos organizados por instituciones públicas y privadas, que les han merecido premios y reconocimientos.

Para honrar a San Bartolomé, las familias les contratan y entregan al comité de fiestas, quienes los incluyen en los distintos eventos. «Nos buscan porque somos la primera banda que nació en la zona. La gente, los disfrazados y otros grupos que participan en la programación han dicho que, cuando vienen otras bandas, no logran las mismas tonalidades, lo que dificulta sus bailes. Por eso dicen que sin la 24, no hay fiesta», detalla.

Lumbisí, al norte de Quito, fue originalmente habitado por comunidades indígenas dedicadas a la agricultura. Con el tiempo, ha experimentado un notable crecimiento poblacional, impulsado por el desarrollo agrícola y ganadero, lo que la ha convertido en una zona atractiva para quienes buscan alejarse del bullicio de la ciudad. Gracias a que sus habitantes mantienen vivas sus tradiciones, las nuevas generaciones y los residentes que llegan de otros lugares, se impregnan de estas costumbres, fortaleciendo un vínculo especial con la identidad y cultura local y fortaleciendo el patrimonio inmaterial o intangible del Distrito Metropolitano de Quito.

IMP/GT