Saltar al contenido

La Fiesta del Solsticio iluminó el Parque Rumipamba

Este sábado 18 de junio fue un día muy especial,  en el Parque Arqueológico y Ecológico Rumipamba, la Alcaldía de Quito celebró la Fiesta del Solsticio para agradecer a la madre naturaleza por la cosecha y los frutos recibidos.

A las 10h30 varios grupos de danza y música pertenecientes a la Asociación de Música y Danza Andina Popular del Ecuador AMAPE, desfilaron llenos de alegría al son de melodías ancestrales como el albazo cañarejo Changa Marcana y el yumbo Corazas, interpretadas con payas, pífanos, bombos y redoblantes, mientras los danzantes caracterizados con trajes de los pueblos Cayambi, Otavalo, Saraguro, Cañar y Chimborazo, bailaron incansables desde la calle Nuño de Valderrama y la avenida Mariana de Jesús hasta la Casa Hacienda del Parque Rumipamba.

La celebración no fue solo el desfile, en el parque todo estaba listo para continuar el festejo, aquí luego de unas breves palabras del Coordinador de los Sitios Arqueológicos administrados por el Instituto Metropolitano de Patrimonio, licenciado Fernando Arteaga , compartieron el escenario en medio de nutridos aplausos: el Grupo de Danza Tradicional Revelaciones de mi Tierra, el Grupo de Música Latinoamericana Tzántzicos, el Ballet Andino Wiñay Pakari, el Grupo de Música Andina Jícara, el Grupo de Danza Tradicional Sol de los Andes, el Grupo de Música Latinoamericana Ancestros del Ecuador y el Grupo Chasqui Danza.

A las 12h00 en punto, los Yachaks  “Taita Lucho” y “Mama Marujita”, celebraron el ritual de agradecimiento por las cosechas recibidas y de renovación pidiendo mejores días para los presentes, sus familiares, la ciudad y el país.

La Fiesta del Solsticio o Fiesta del Sol significa mucho para nosotros, por cuanto estamos recibiendo la bendición de Papito Dios, quien nos ha permitido hacer esta ceremonia en honor a la fiesta de la cosecha, en honor al maíz y a los frutos secos, manifestó “Mama Marujita”.

Esta es una celebración que no debe morir y la deben continuar nuestros hijos, nietos y bisnietos, por cuanto es una fiesta ancestral que la conmemoraban hace miles de años los pueblos originarios. Es maravilloso sentir en este día la energía de Taita Inti para continuar renovados y con vigor nuestras tareas, agregó.

El festejo nos ha permitido a todos juntarnos con la Pacha Mama y nuestros queridos abuelos el viento, el agua, el fuego, y la tierra; para recibir una nueva energía, compartir la pambabesa, agradecer por la vida  y continuar totalmente renovados, señaló “Taita Lucho”.

La celebración y el ritual han sido algo maravilloso, colorido y alegre, nos ha llenado el corazón y el alma de alegría, comentó el señor Ricardo Casadiego turista colombiano, quien reside desde hace pocos meses en Guayaquil.

Gracias por esta maravillosa y fantástica fiesta, necesitamos que todos nuestros pueblos latinoamericanos las preserven y pongan en valor nuevamente, porque estamos invadidos de celebraciones que no son nuestras, puntualizó el señor Casadiego, quien asistió al evento acompañado de su esposa y su hija.

La celebración ha sido una muy buena opción para difundir la cultura ancestral, nosotros hacemos lo que nos gusta y  bailamos con el corazón para agradar al público presente, sostuvo seguidamente Jessica Balseca, integrante del Grupo de Danza Sol de los Andes de la Kennedy.

La Fiesta del Solsticio iluminó este histórico espacio de la cultura Quitu. Ha sido un evento con una gran acogida, que ha permitido revalorizar nuestras tradiciones ancestrales y andinas. Nuestros visitantes participaron entusiastas en la celebración, muchos de ellos con seguridad estarán aquí el próximo año esperando el festejo, manifestó al finalizar el evento el Coordinador de los Sitios Arqueológicos  Fernando Arteaga.