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En feriado, conoce los ritos fúnebres de nuestros pueblos originarios en los Sitios Arqueológicos

En el próximo feriado la Alcaldía de Quito le invita a visitar en familia el Museo de Sitio Tulipe, ubicado en la parroquia Nanegalito, el Parque Arqueológico y Ecológico Rumipamba, situado en la avenida Mariana de Jesús y calle Nuño de Valderrama y el Museo de Sitio La Florida, localizado en la calle Antonio Costas y Román.

En estos tres importantes sitios arqueológicos administrados por el Instituto Metropolitano de Patrimonio, usted podrá conocer desde el miércoles 2 hasta el domingo 6 de noviembre como enterraban a sus muertos nuestros pueblos originarios.

En tanto que el sábado 5 y el domingo 6 de noviembre, a partir de las 11:00, podrá conocer cómo nació la tradición de la colada morada y las guaguas de pan y disfrutar en familia su preparación.

Según varios estudios, el culto a los muertos era una práctica de nuestros antepasados precedentes a la conquista española. Los sitios funerarios a veces erigidos en montículos artificiales o tolas, eran lugares sagrados donde se enterraban a los muertos. Se lo hacía frecuentemente en grandes vasijas funerarias, junto a sus artículos más preciados y ofrendas en comida. Creían que volverían a nacer y despertarían en una nueva vida.

Parque Arqueológico y Ecológico Rumipamba

Según varios datos históricos, el actual Parque Arqueológico y Ecológico Rumipamba fue, hace más de 1.500 años, un reducto habitacional, un sitio donde se establecieron las viviendas de los antiguos pobladores de Quito. Aquí los  entierros se realizaban muy cerca de las propias viviendas y en algunos casos debajo de ellas.

Para realizar los ritos funerarios se trasportaba al difunto a un sitio desde donde se podía ver el Pichincha, montaña sagrada para todas las comunidades que se asentaron en este sector. En Rumipamba las tumbas eran de forma circular y se enterraba al difunto en posición fetal, envueltos en telas que ellos mismos tejían. Se lo acompañaba con un ajuar funerario compuesto de ollas y vasijas con chicha, granos de maíz y otros productos. Esto, porque, de acuerdo a la cosmovisión andina, los muertos pasaban a una nueva vida e iban a necesitar esos objetos y alimentos.

También se conoce que, luego de los entierros, se comía alrededor de la tumba, compartiendo con el difunto la chicha y la comida.

Museo de Sitio La Florida

En el lugar donde actualmente está emplazado el Museo de Sitio La Florida, sus habitantes originarios tenían otras costumbres y a los muertos los enterraban sentados en tumbas de pozo profundo y con ajuares funerarios muy lujosos elaborados con metales preciosos y concha spóndylus.

Antes del entierro se realizaban recorridos pomposos con el difunto, en andas de madera y con la participación de mucha gente.

Museo de Sitio Tulipe

En Tulipe los Yumbos creían en la vida después de la muerte, por lo que enterraban a sus muertos acostados con la cara hacia arriba, los brazos cruzados sobre su pecho y su cabeza orientada hacia el centro ceremonial.

Los difuntos eran enterrados por sus familiares y amigos al compás de música y danza. Los despedían con ofrendas, comidas, bebidas y joyas. Ellos pensaban que eran hombres y mujeres ­en viaje- y la muerte no es el final del camino, sino el inicio de un nuevo ciclo, de una nueva vida.

La colada morada y las guaguas de pan

En el Ecuador, el 2 de Noviembre, la iglesia católica celebra el día de los difuntos y en esa fecha se ve una agitada actividad en los cementerios, se arreglan, pintan y redecoran las tumbas; además es tradicional el consumo de  la colada morada o mazamorra  negra acompañada de guaguas de pan. Una investigación de la Universidad de las Américas (UDLA), titulada “colada morada y guaguas de pan .La esencia de celebrar nuestras memorias “, indica que la historia de este come y bebe festivo se inició hace miles de años en la cultura Quitu, que vivía en las faldas del Pichincha.

La chef Gabriela Jácome, que fue parte de la investigación manifiesta que: “los QuituCara celebraban a sus muertos con grandes comidas y festines, hacían una preparación a base de maíz morado porque pensaban que veníamos de este producto”.

Las guaguas de pan  al parecer, es una imposición de la Iglesia Católica, pues a la llegada de los españoles   se encontraron con una costumbre que para ellos era profana  además de antihigiénica; los habitantes andinos tenían la costumbre de momificar a sus muertos y sacarlos a pasear  por sus poblados para que reciban la bendición de la luz del día, la luminosidad del dios sol. Para evitar esta práctica pagana se comenzó a utilizar productos como el maíz y el trigo para hacer panes con formas de humanos para recordar a los difuntos.

Por lo expuesto, durante todo el feriado le invitamos a visitar los sitios arqueológicos y conocer como sepultaban a los muertos los antiguos pobladores de Quito; y el 5 y 6 de noviembre a degustar gratuitamente la colada morada y las guaguas de pan, alimentos propios de la festividad de difuntos.

Para más información comunicarse a los teléfonos: Museo de Sitio Tulipe: 3629605, Museo de Sitio La Florida: 3803043 y Parque Arqueológico y Ecológico Rumipamba: 2242313.