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Finalizó la restitución del Monumento a los Desaparecidos

La Alcaldía de Quito finalizó el: “Diseño, Producción y Montaje del Monumento a los Desaparecidos”, en el tradicional Parque El Arbolito.

La restitución del monumento a cargo del Instituto Metropolitano de Patrimonio, finalizó con el adecentamiento del espacio exterior de la plataforma del monumento por parte de la Unidad de Espació Público de la Empresa Pública Metropolitana de Obras Públicas.

La reconstrucción de la obra realizada por la artista Dolores Andrade comprendió la ejecución de los siguientes trabajos: diseño del monumento, elaboración y ensamblaje de las estructuras metálicas, conformación de la plaza, anclaje de las estructuras y suelda de varios elementos artísticos que permiten la interpretación de la obra.

Es importante puntualizar que de conformidad con el compromiso asumido por la Municipalidad y la artista, luego de que fue desmontado temporalmente en el mes de agosto con motivo de la conferencia Habitat III, en la restitución de la obra han sido recicladas o integradas las piezas metálicas del anterior monumento, indicó la Directora del IMP arquitecta Angélica Arias Benavides.

La obra es un monumento al hombre libre y vivo, a ese ser humano que, aunque muera, nadie puede coartar, señaló la artista Dolores Andrade, al tiempo de compartir la siguiente interpretación de la escultura:

“Hierros que quieren demarcar el límite y constituir muros conformados por la estructura y el vacío que entre ellos  se encuadra;  paredes de aire apenas tangibles  que el espectador recreará desde su interior.

La mirada traspasa hacia el horizonte, cuatro cuerpos transparentes  en el marco indecible y cambiante del cielo.  Enmarcados por nubes y copas de árboles,  frente a ellos solo cabe la posibilidad de concienciar  una presencia nueva, en contraste con tantas presencias perdidas que estos cuerpos tratan de evocar.

Mirar de frente al Pichincha, custodia de nuestro Quito;  dejarnos llevar por los juegos de luz y sombra que se proyectan, cambiantes, para el espectador inquieto. Asistir a vacíos que se disuelven a la mirada expectante de quien camina por los lados de la plaza. Otras  lecturas, otros vacíos,  encuadrados cada instante por otras formas. Grafías  interiores dentro de las estructuras que, a manera de dibujos de letras y  sonidos, se movilizan y varían sin descanso, en un perpetuo movimiento para reflexionar… Tras la muerte, permanecemos: semillas de un mundo nuevo, donde todo retorna,  donde nada se pierde.

La semilla permanece: no es desperdicio bajo tierra; brota a la superficie en busca de luz, aire, sonido, cuidados, amor.

En el maravilloso proceso de la vida,  nuestros pies se tornan alas y la luz  nos acompaña,  o al contrario bajamos  la cerviz y nos dolemos  del dolor que nos duele; existimos en  un oleaje que,  desprendido de la orilla,  deja blanca y leve espuma;  la arena la absorbe, como nuestra memoria se impregna de alegrías,  preocupaciones, penas y esperanzas.

Triángulo, trinidad, perfección, relación, metal brillante, inquieto y lúdico, el espectador se refleja en este espejo móvil, rememorando, reencontrándose consigo mismo.

Seres de luz, sin tiempo, giramos, giramos…buscándonos!

Cinco personajes custodian el área: interminable círculo de la existencia que ninguna violencia puede arrestar”.

Una vez finalizada la restitución del monumento la Municipalidad invita a la ciudadanía a visitarlo, pero también a asumir el firme compromiso de cuidarlo y respetarlo; y de ser el caso denunciar al 911 a quienes intenten agredirlo.