Trabajos emergentes en casa patrimonial
La Alcaldía de Quito inició hoy la ejecución de trabajos emergentes en la casa patrimonial, ubicada en la calle García Moreno y Esmeraldas, cuya cubierta colapsó parcialmente el viernes anterior debido entre otras a las siguientes causas: falta de mantenimiento, intervenciones anti técnicas, los movimientos sísmicos y las fuertes precipitaciones de los últimos días.
En la citada edificación el Instituto Metropolitano de Patrimonio ejecutará los siguientes trabajos: retiro de los elementos de madera y cerámica del área afectada, limpieza y remoción manual de escombros, apuntalamiento de mamposterías y la colocación de una cubierta provisional en el área colapsada parcialmente para garantizar la estabilidad del inmueble.
Los trabajos tienen como objetivo recuperar la estabilidad de la edificación y evitar que posibles desprendimientos afecten a la ciudadanía que circula diariamente por esta importante vía del centro de Quito.
Solicitamos a los vecinos y turistas tomar en cuenta las medidas de prevención y no circular por este tramo de la calle García Moreno para evitar cualquier contratiempo.
El IMP brinda asesoría gratuita y está presto para realizar inspecciones técnicas de las edificaciones patrimoniales y entregar a sus propietarios un informe detallado de los trabajos que deben realizarse para recuperarlas.
Afectaciones de la casa en intervención emergente
- Los entrepisos conformados por vigas y entablados de madera se encuentran en mal estado por falta de mantenimiento, los mismos presentan áreas que podrían colapsar ya que las vigas están debilitadas por la humedad y presencia de apolillamiento.
- Las instalaciones eléctricas como sanitarias presentan igualmente problemas por falta de mantenimiento, que ha generado cortocircuitos en diferentes áreas de la edificación. Adicionalmente las instalaciones sanitarias de la planta baja han colapsado generando problemas de humedad.
- La edificación presenta igualmente fisuras en todo el inmueble, muchas de ellas generadas por el debilitamiento de muros, filtraciones de agua y los movimientos telúricos generados en el 2016, que sumados a la falta de mantenimiento permanente de la edificación han hecho que estas fisuras empeoren.