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Viva la Semana Santa en Lloa

Las fiestas, tradiciones, leyendas, música, gastronomía, juegos tradicionales y los vecinos que preservan este legado, son parte importante del valioso patrimonio cultural inmaterial y sonoro del Distrito Metropolitano de Quito.

Las diferentes manifestaciones del patrimonio inmaterial y sonoro del Distrito Metropolitano de Quito, fueron investigados, evaluados y documentados por la Alcaldía de Quito para permitir que quede evidencia del legado que se ha ido conservando de generación en generación.

Este registro del patrimonio cultural inmaterial y sonoro, nos permite compartir con ustedes la información recopilada sobre la Semana Santa en Lloa.

Según, el registro los vestigios de presencia humana en Lloa datan del Periodo de Integración (500 a 1500 D.C). La planicie que fue puerta de entrada al territorio de los Yumbos obtuvo su nombre de Jacinto Jijón y Caamaño y significa “planicie en lo alto”. Al igual que otros territorios del actual Distrito Metropolitano de Quito, Lloa es un asentamiento prehispánico que, al inicio de la dominación española, interactuó entre estos y las poblaciones originarias en resistencia. En 1583, la relación de la ciudad y Obispado de San Francisco, otorga a la comunidad religiosa de los Dominicos la tutela de las poblaciones de Píntag, Chillo, Uyumbicho, Panzaleo, Lloa y Canzacoto, Ambato y Tomavela.

La historia de la población asentada en las faldas del volcán Pichincha que sirvió de refugio a poblaciones caras y yumbos en la época colonial está estrechamente relacionada a las grandes haciendas de dominio religioso y seglar dedicadas a la siembra de cereales y papas y a la cría de ganado así como a producir materia prima para los obrajes.

Esta breve historia puede explicar el por qué, cinco siglos después, la población de Lloa organiza y ejecuta –bajo una teatralidad religiosa de profunda fe católica- las principales escenas bíblicas de la pasión y muerte de Jesús.

Soldados y autoridades romanos, miembros de la iglesia primitiva, Jesús y su familia, toman vida cada año en Lloa en una procesión acompañada de cucuruchos y látigos.

El párroco de la Iglesia dirige la puesta en escena y conduce el viacrucis. Las voces de las mujeres entonando cantos sacros y las notas de las marchas religiosas y fúnebres de la banda de pueblo, marcan el compás de la procesión. Son salves en los que se combinan el rezo y la interpretación.

En la Semana Santa le invitamos a visitar la parroquia de Lloa y con alegría y mucha fe volver a vivir estos días Santos donde celebramos el gozo de nuestra salvación, indica en el programa Semana Santa 2017 el Párroco de Lloa Reverendo Padre Darío Arévalo.

Tenemos el agrado de invitarles a vivir de esta Semana Santa, que sea el momento propicio de encontrarnos con Cristo y dar un paso más para nuestra santificación, puntualiza el sacerdote.

En estas Pascuas deseo de corazón que el Señor les bendiga y podamos ver el don de ser redimidos por la Sangre del Cordero, que la Semana Santa sea momentos de recogimiento y un encuentro pleno con el buen pastor, señaló finalmente el Padre Darío Arévalo.