Parque central
La parroquia rural de Pacto, ubicada a 70 kilómetros al noroccidente de Quito, constituye un invaluable patrimonio cultural e histórico del Distrito Metropolitano. Con una superficie de 346.34 km² y 4.798 habitantes, esta región posee una rica herencia milenaria que se remonta a la Nación Yumbo (800-1400 d.C.), civilización prehispánica de notable desarrollo que habitó el territorio y dejó importantes vestigios arqueológicos.
El nombre Pacto deriva de un episodio histórico del siglo XX durante los conflictos entre liberales y conservadores, cuando las comunidades propusieron un pacto de no agresión para cesar las hostilidades. La parroquia fue fundada oficialmente el 27 de marzo de 1936, independizándose de Gualea.
El patrimonio arqueológico incluye petroglifos, tolas y culuncos (caminos prehispánicos) que testimonian la sofisticada organización yumbo. Particularmente destacable es la Gran Piedra Yumba en Pactoloma, que contiene 33 espirales sagradas y figuras geométricas grabadas hace más de 800 años. La arquitectura religiosa se ejemplifica en la iglesia central, de diseño contemporáneo con base triangular, torre imponente y colores vivos que reflejan la identidad local.
El parque central, inaugurado en 2018 sobre una antigua quebrada, representa el núcleo urbano modernizado de la cabecera parroquial, complementado con infraestructura comunitaria y mejoras en mobiliario urbano. Pacto mantiene vivas las tradiciones ancestrales a través de conocimientos etnobotánicos, festividades patronales y prácticas de reciprocidad andina, consolidándose como la Capital de la Panela y la Capital de los Yumbos.
Capital de la panela
La tradición de elaborar panela en la parroquia rural de Pacto, ubicada en el noroccidente del Distrito Metropolitano de Quito, constituye un patrimonio cultural inmaterial de extraordinario valor que se mantiene vivo desde hace más de un siglo. Esta práctica artesanal, que convierte a Pacto en la “Capital de la Panela” del Ecuador, emplea el 85% de la población local y genera empleo directo para más de 1.400 personas.
El proceso tradicional conserva técnicas ancestrales transmitidas de generación en generación, que incluyen el cultivo de variedades criollas de caña, la molienda en trapiches operados por tracción animal, y la cocción en grandes pailas de cobre a 180°C durante 30 minutos con batido constante usando palas de madera, requiriendo gran destreza artesanal para lograr el producto final.
Esta tradición centenaria produce panela 100% orgánica que ha conquistado mercados internacionales en Francia, Italia, Alemania y España, alcanzando más de 1 millón de dólares en ventas europeas. El territorio donde se desarrolla esta actividad tiene raíces prehispánicas profundas, heredando técnicas de la cultura Yumbo que habitó la región entre los siglos VIII y XVII.
La elaboración de panela en Pacto representa un ejemplo paradigmático de patrimonio cultural inmaterial que combina saberes ancestrales, organización social tradicional mediante cinco asociaciones productoras, y prácticas de reciprocidad andina como las mingas comunitarias.