Yaruquí, ubicada al nororiente de Quito y a 32 km del centro urbano, abarca una extensión aproximada de 72,34 km² y alberga a más de 26.500 habitantes. Sus orígenes se remontan a épocas preincásicas, cuando estaba poblada por las culturas kitu y caranki. La fundación eclesiástica data del 8 de septiembre de 1570, mientras que su establecimiento civil se concretó el 29 de mayo de 1861.
Las tradiciones de Yaruquí giran en torno a festividades religiosas y ancestrales que animan el calendario anual. El Carnaval, las fiestas de San José y San Vicente Ferrer, así como la conmemoración del equinoccio de marzo con el Mushuk Nina, convocan a comparsas, danzas folklóricas y rituales ceremoniales que unen a la comunidad. Durante la Semana Santa y en la celebración de Nuestra Señora de la Natividad, los habitantes participan en procesiones, dramatizaciones y ofrendas, reafirmando valores de identidad y cohesión social.
El corazón del poblado se concentra en el Parque 8 de Septiembre, cuyas almenas coloniales y fuente de piedra constituyen punto de encuentro. Frente a él se alza la iglesia matriz de San Lorenzo, joya arquitectónica de más de cuatro siglos, con su retablo y campanario de influencia española y escuela quiteña de arte. A pocos pasos, sobreviven la antigua estación del tren Quito–San Lorenzo, la Gruta del Niño en El Tejar y la Pirámide de Oyambaro, construida por la Misión Geodésica Francesa en 1736, vestigios que conectan el presente con un rico pasado histórico.
Paseo del Chagra
El Paseo del Chagra, tradición andina cuyos orígenes se vinculan a la voz quichua chacra, conmemora hechos históricos relativos a la labor rural y ganadera de los vaqueros andinos. Se celebra de manera procesional, integrando música, comparsas, carros alegóricos y figuras representativas de la vida campesina. Hombres y mujeres se desfilan montados a caballo, ataviados con ponchos, sombreros, zamarros, faldones bordados y trenzas con cintas, mientras el público disfruta manifestaciones gastronómicas del arraigo agrícola de la región.
En 2018 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, y dentro del Encuentro de las Culturas de las Parroquias Rurales de Quito, la parroquia de Yaruquí participa presentando su propia versión del desfile. A través de danzas serranas, músicas tradicionales y gastronomía local, esta delegación refuerza la identidad rural metropolitana y difunde las prácticas agropecuarias y ecuestres de Yaruquí ante la ciudadanía capitalina.