La Cima de la Libertad, ubicada en las faldas del volcán Pichincha a 3.100 metros de altitud, es el sitio donde el 24 de mayo de 1822 se libró la decisiva Batalla de Pichincha, que selló la independencia de la entonces Real Audiencia de Quito del dominio español. Las tropas del Mariscal Antonio José de Sucre derrotaron al ejército realista comandado por Melchor Aymerich en este terreno estratégico.
En 1972, el arquitecto Milton Barragán Dumet, máximo exponente del brutalismo ecuatoriano, ganó el concurso para diseñar el Templo de la Patria. La construcción, iniciada en 1975 por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, fue inaugurada el 24 de mayo de 1982. La estructura brutalista se integra armoniosamente al paisaje mediante pórticos de hormigón armado, aprovechando las terrazas naturales de la montaña.
El museo consta de cinco salas que narran la historia ecuatoriana: murales históricos, la urna del soldado desconocido con la llama eterna, armamento de las batallas libertarias, una maqueta de la Batalla de Pichincha y estatuas de Bolívar y Sucre. En el exterior destaca el mural “Canto a la Rebeldía” de Eduardo Kingman, realizado en 1983, que presenta sus características manos rompiendo cadenas como símbolo de liberación.
Este conjunto arquitectónico constituye un hito urbano visible desde todo el Centro Histórico de Quito y representa la síntesis entre arquitectura moderna, arte, memoria histórica y patrimonio cultural ecuatoriano.