El Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Quito constituye un ejemplo excepcional de conservación patrimonial y revitalización cultural en el país. Construido originalmente en 1900 como Sanatorio Vicente Rocafuerte para el tratamiento de tuberculosos, el edificio fue diseñado inicialmente por el arquitecto alemán Franz Schmidt y posteriormente completado por los arquitectos suizos Lorenzo y Francisco Durini.
La edificación representa un destacado exponente de la arquitectura neoclásica de principios del siglo XX, caracterizada por su composición simétrica en abanico de diez pabellones distribuidos a partir de un cuerpo central curvo. Su construcción empleó técnicas tradicionales con materiales de alta calidad, incluyendo estructura de hierro importada y mampostería de piedra y ladrillo.
A lo largo de su historia, el edificio experimentó múltiples usos: sanatorio, cuartel militar, hospital del ejército y vivienda popular, antes de su transformación en 2009 como centro cultural. Esta evolución refleja la capacidad adaptativa de la arquitectura histórica y su papel como testimonio de los cambios sociales de Quito.
La rehabilitación patrimonial ha seguido criterios rigurosos de conservación, respetando la morfología original mientras se adapta a las necesidades modernas. Actualmente, el CAC se consolida como referente nacional del arte contemporáneo, desarrollando programas de mediación comunitaria y educación cultural que trascienden su valor arquitectónico.
Su ubicación estratégica en el barrio San Juan y su contribución a la revitalización urbana lo posicionan como modelo de gestión patrimonial activa, demostrando que la conservación histórica puede coexistir exitosamente con la innovación cultural contemporánea.