La calle Juan Rodríguez en el barrio La Mariscal, considerada la más romántica de Quito por su muy particular entorno, constituye uno de los espacios urbanos más emblemáticos y mejor conservados de la capital ecuatoriana. Su nombre honra la memoria del padre Juan Rodríguez, primer párroco de Quito que llegó en 1534 y fue responsable de levantar la primera iglesia en el sitio de la actual Catedral Primada.
Esta importante vía forma parte de la Ciudadela Simón Bolívar, diseñada en 1937 por el ingeniero Luis Egüez para la Caja de Pensiones como un proyecto residencial destinado a familias de clase media baja con el concepto europeo de ciudad jardín. Las viviendas representan un ejemplo excepcional del estilo neorrenacentista bávaro o alpino, con chalets construidos en pares que exhiben características como techos de teja pronunciados, marcos de madera, balcones tallados y jardines frontales, creando un conjunto arquitectónico uniforme y coherente.
Uno de los elementos más distintivos es su excepcional arbolado de diecisiete platanes patrimoniales que forman un túnel natural de follaje, oficialmente catalogados por la Secretaría de Ambiente municipal y protegidos contra cualquier daño o destrucción.
Actualmente, la calle mantiene un uso mixto que incluye galerías de arte, espacios culturales, cafeterías y hostales, experimentando una reactivación cultural significativa gracias a sus propios vecinos y el apoyo del Municipio mediante la Administración Zonal.
La combinación de arquitectura historicista, patrimonio arbóreo y vitalidad cultural contemporánea convierte a esta calle en un testimonio excepcional del desarrollo urbano planificado de Quito durante la primera mitad del siglo XX, así como en un modelo exitoso de conservación patrimonial integrada.
