Pomasqui es una parroquia rural ubicada a 15 kilómetros al norte de la capital ecuatoriana, con una extensión de 23,16 km² y una población de 28.910 habitantes según el censo de 2010. Situada a 2.400 metros sobre el nivel del mar, esta localidad conserva un valioso patrimonio histórico y cultural que refleja la herencia prehispánica, colonial y republicana del Ecuador.
La historia de Pomasqui se remonta a la época preincaica con posibles asentamientos de los caranquis y posteriormente mitimaes trasladados por Huayna Cápac desde el Cuzco. Su fundación hispánica ocurrió el 27 de julio de 1573 como Reducción de Pomasqui, ratificada litúrgicamente el 12 de agosto bajo la advocación de Santa Clara de Asís y Santa Rosa de Lima. La parroquia civil se estableció el 29 de mayo de 1861, experimentando un crecimiento poblacional significativo durante las décadas de 1960-1970.
El centro neurálgico de la parroquia es el Parque Central María José Yerovi, restaurado en 2005 con materiales locales. Alrededor de esta plaza se concentran los principales edificios patrimoniales: la Iglesia Matriz colonial construida en piedra volcánica con retablos y mobiliario barroco, y la emblemática Capilla del Señor del Árbol, que alberga una escultura de Cristo tallada en tronco de quishuar atribuida a Manuel Chili “Caspicara”. Esta imagen es venerada cada primer fin de semana de julio con procesiones tradicionales.
El Monasterio de la Convalecencia, fundado antes de 1565 por frailes franciscanos, funcionó como la primera biblioteca de América Latina y actualmente forma parte del programa municipal de restauración patrimonial. La Hacienda El Tajamar, antigua residencia de Marieta de Veintemilla, primera mujer que gobernó el país durante la presidencia de su tío Ignacio, representa la herencia agropecuaria republicana.
La tradición de los helados de paila, originada en el convento franciscano, constituye un atractivo gastronómico único. Veinte edificaciones de Pomasqui están catalogadas como bienes de interés histórico y cultural, consolidando su estatus como uno de los conjuntos patrimoniales más importantes del área metropolitana quiteña.
Fiesta del Señor del Árbol
La Fiesta del Señor del Árbol en Pomasqui, parroquia rural del Distrito Metropolitano de Quito, constituye una manifestación excepcional del patrimonio cultural inmaterial ecuatoriano que combina elementos prehispánicos, coloniales y contemporáneos.
Esta celebración tiene sus raíces en la leyenda de Jerónimo Guañuna, un indígena que vivió durante la época virreinal hispana y que repetidamente encontraba a su mula arrodillada ante un árbol de quishuar, donde milagrosamente apareció la imagen de Cristo crucificado en el tronco natural del árbol.
La imagen actual fusiona el tronco original con una cabeza cuya talla es atribuida a Manuel Chili Caspicara (1723-1796), maestro escultor indígena de la Escuela Quiteña, convirtiéndola en una obra única del arte religioso colonial. Las festividades se desarrollan cada julio, culminando el segundo domingo del mes, con un programa que incluye novenas, procesiones, el tradicional albazo, chamizas, danzas ancestrales y gastronomía típica.
La celebración se organiza mediante un sistema de priostazgo con aproximadamente 160 participantes que ejecutan prácticas rituales andinas ancestrales complementarias a las ceremonias católicas. Este sincretismo religioso representa la superposición de creencias católicas sobre prácticas prehispánicas de veneración a la naturaleza, donde el quishuar era considerado árbol sagrado con propiedades curativas.
Para los pomasqueños, esta festividad trasciende lo religioso, constituyendo un momento de reencuentro con su identidad y memoria histórica.