La Yumbada constituye una de las manifestaciones culturales más significativas del Distrito Metropolitano de Quito, representando un ritual ancestral que preserva la memoria histórica del pueblo yumbo. Esta danza ceremonial, también conocida como “Matanza del Yumbo”, data de épocas preincaicas y se mantiene vigente en diversas parroquias de la capital ecuatoriana como expresión viva del patrimonio cultural inmaterial.
El pueblo yumbo fue una cultura precolombina que se desarrolló en el noroccidente de Pichincha desde aproximadamente el 800 dC hasta 1660 dC, caracterizándose por ser comerciantes pacíficos que establecieron complejas redes de intercambio entre sierra y costa. Su legado más importante es el sitio arqueológico de Tulipe, un centro ceremonial con siete piscinas donde los chamanes realizaban rituales astronómicos y de purificación.
Actualmente, la yumbada se practica en diversas parroquias del Distrito Metropolitano, destacando las celebraciones en San Antonio de Pichincha, donde renace esta tradición vinculada a las fiestas del Señor del Árbol y la Virgen del Tránsito. En Cotocollao, la yumbada ha incorporado participación femenina y mantiene su carácter de homenaje a la naturaleza. El Inca conserva esta manifestación como parte de su identidad barrial, mientras que en La Magdalena se celebra tanto en Corpus Christi como en el Pase del Niño navideño. En Conocoto, específicamente en San Francisco, la yumbada forma parte del calendario festivo patronal.
El ritual se desarrolla tradicionalmente en tres días, incluyendo la recogida de danzantes, vísperas con procesiones, y culmina con la representación simbólica de la matanza y resurrección del yumbo, manteniendo vivo este patrimonio cultural ancestral.