Publicaciones recientes
Síguenos

Tababela

Tababela, parroquia rural del nororiente del Distrito Metropolitano de Quito, ocupa 25,33 km² en las llanuras del valle de Tumbaco. Su nombre, “tabla bella”, fue acuñado en 1736 por la Misión Geodésica Francesa ante la belleza de su topografía. Originariamente parte de Yaruquí en tiempos coloniales, fue elevada a parroquia rural el 13 de junio de 1952, consolidando así su propia identidad administrativa y cultural.

La población, que en 2015 rondaba los 2.823 habitantes, se distribuye en un entorno de baja densidad, con cerca de 111 personas por kilómetro cuadrado. La vida comunitaria gira en torno al Parque Central, escenario de eventos como el Festival de Bandas, desfile de comparsas y Gincana Rural, así como de las celebraciones por la parroquialización el 29 de abril y en honor a la Virgen de las Mercedes, que incluyen novena, procesión y paseo del chagra del 15 al 24 de septiembre.

El patrimonio arquitectónico de Tababela se expresa en su Iglesia Antigua, de muros blancos y retablo de piedra, y en el Centro Cultural, núcleo de iniciativas artísticas, entre ellas la Banda de Pueblo “Nuestra Señora de las Mercedes”. En las colinas circundantes se erigen las pirámides de Oyambaro, Oyambarillo y Caraburo, vestigios de la triangulación geodésica francesa de 1736 que subrayan la importancia histórica y científica de la parroquia. Con estos elementos, Tababela combina tradición, historia y dinamismo comunitario en un entorno rural próximo a la capital.

Hilado y bordados de Oyambarillo

La parroquia rural de Tababela conserva un valioso legado textil en el que el hilado y el bordado de la comuna de Oyambarillo constituyen manifestaciones artísticas y funcionales que refuerzan la identidad comunitaria. El hilado se realiza con fibras naturales, principalmente algodón y lana de oveja, que se cardan a mano y se torsionan en ruecas domésticas. El producto se emplea en mantas, cobijas, bolsas y vestimentas festivas, y en algunas familias persiste el uso del telar de cintura como variante artesanal.

El bordado de Oyambarillo destaca por su diversidad de motivos: figuras geométricas, flora autóctona y símbolos de protección. Sobre tela de algodón crudo o lienzo se ejecutan puntos de cadeneta, festón y satén con hilos de colores vivos extraídos de tintes naturales. Esta iconografía fusiona cosmovisión indígena y elementos católicos, traducida en cruces estilizadas y motivos vegetales que adornan mantillas, pañuelos y servilletas.

La continuidad de estos oficios depende de la transmisión intergeneracional, impulsada por talleres comunitarios del GAD parroquial y ferias artesanales donde las artesanas exhiben sus piezas. No obstante, la migración juvenil y la competencia de productos industriales amenazan su supervivencia.

Compartir:

Artículos Relacionados

Pingulleros
Píntag

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll to Top
Skip to content